Jorge Buxadé, Iván Vélez, José Javier Esparza, Juan Antonio Elipe han sido los encargados de debatir sobre soberanía, independencia e identidad.
Antonio Elipe ha hecho referencia a una cuestión técnica, “desde el punto de vista de la estructura dependerá de cómo establecemos la convivencia”. Según Elipe “la teoría del constitucionalismo está siendo suplida por dirigir o aplicar postulados que vienen de la estratosfera, ya fuera de lo que es el arco de enganche del derecho constitucional y con las normas que queremos darnos los españoles y que recibimos”.
En este sentido ha señalado que “se predetermina que los procesos de globalización tienen unas consecuencias directas en cómo se estructura la vieja aldea, el viejo estado nación que queda en entredicho al perder la identidad. Si esto ocurre estamos ante un problema, ya que esas consecuencia vienen desde el imperativo de las politicas publicas. Los estados nación han ido revolucionando, ese tipo de cambios nos conlleva a depender de otros y por tanto acabamos en el desastre absoluto”.
Por su parte, José Javier Esparza, ha planteado la perspectiva antagónica. “En el camino de la construcción de las sociedades humanas primero tienes un grupo de gente unido con características comunes que toma conciencia política y constituye una nación, y a partir de ahí piensa una estructura que es el estado. Lo que se pierde en el proceso no son conceptos entrañables como la nación, lo que se pierde es la capacidad de decisión de la persona sobre su entorno, esto es el gran problema”, y ha añadido que “ esto es un proceso natural que las sociedades pueden cambiar, sin embargo para amparar la autonomía individual se ha terminado conduciendo a una realidad politica en la que el individuo no tiene capacidad de decisión”.
“En la construcción de la mediocracia es como en nuestra construcción, se han creado órdenes de poder en los que uno no sabe quién manda porque se oculta deliberadamente”.
En cuanto al término identidad. Esparza ha recordado los riesgos del concepto absolutista de identidad, “el globalismo crea identidades para crearse a sí mismo, eliminas las anteriores y creas identidades nuevas que sí puede gobernar porque no van a crear resistencia porque son identidades falsas”.
Seguidamente, Iván Vélez, ha hablado sobre el término de la conferencia en el que considera “identidad el más polémico”. La identidad es una especie de nebulosa de un carácter subjetivo y prefabricado, “se supone que canaliza los diferentes partidos, pero con unas ideas del paleolítico aunque fueron en el siglo 19 y 20, cuando se forjaron las señas de identidad”.
“La identidad no es que haya que eludirlo, pero para acotarlo pienso que habría que oponerle el rotulo institución política que embrida mucho más esos componentes que son usados de manera ideológica mas a menudo. Globalización hay de muchos tipos, el catolicismo es un ejemplo de globalización. Al rótulo de identidad le pondría el de instituciones políticas, no hay uno universal, por eso nunca se llega a la globalización aunque se intente”.
Jorge Buxadé, por su parte, ha explicado que “mis opiniones van determinadas por varias cuestiones, entre ellas por el sitio en el que nací, Barcelona. Toda mi infancia fue una destructiva discursión en los colegios y medios sobre cual era mi nación, esa es la primera pregunta que hace el separatismo qué es nación. Mi vida cambió cuando decidí no preguntarme qué era una nación, lo relevante es cómo puedo contribuir a ella”.
Realmente, “todo depende de la idea que tengas de hombre, de ser humano. Si crees que el individuo es un ser que se llena en función de los derechos, creerás que mientras más derechos tengas perteneces a una nación un grupo de hombres libres e iguales. Que tengamos muchos derechos no quiere decir que seamos una nación de libres e iguales”.
En cuando a soberanía, Buxadé ha explicado que “siempre se ha visto como el poder del estado y me gustaría decir otras cosas. Lo entendí el día que fui padre. Uno es padre le dicen este sujeto tienen que alimentarle, procurarle formación integral, quererle, educarle hasta que se muera. Cuando eres padre te das cuenta que ser padre no es ejercer derechos, es asumir una carga, deberes. La soberania es eso, no para ejercer derecho sino para que el pueblo se imponga deberes, cargas y responsabilidades. Por eso hablamos de soberanía energética porque es el deber de cualquier Gobierno. Eso nos permite, cambiar toda la visión de esto, es algo positivo, el Gobierno está para defender nuestra soberanía”.
Por último haciendo referencia al globalismo, Jorge Buxadé ha señalado que “hay diferencia del modelo globalista modelo ONU, Unión Europea y el modelo EEUU. El modelo de estado nación, de nación moderna tiene dos cosas que no tiene el globalismo. Uno es democracia, esa posibilidad de la comunidad, el pueblo se gobierna a sí mismo y decide su futuro, España decide, Polonia decide, Hungría decide, pero el globalismo no permite esto ni lo pretende, es un modelo de élites, donde hay unos sujetos que deciden por ti, por eso utilizan la cogobernanza”.
“La solidaridad, te la da la nación, que el dolor de un andaluz se siente igual por un catalán, más que la constitución son esos lazos afectivos, de cariño, de una memoria como nación y eso el globalismo no lo quiere porque arrasa con todo eso”.