La Summer University 2022 ha finalizado con la conferencia de Gustavo Bueno y Fernando Sánchez Dragó que junto al presidente de Posmodernia Rafael Meléndez-Valdés han debatido sobre la batalla cultural.
El presidente de Posmodernia ha iniciado explicando como “la batallas de las ideas necesita convencimiento y se lidia entre el globalismo y la identidad, entre la élites y el pueblo, pero desde el punto de vista intelectual. ¿Qué es la batalla de las ideas?
Sánchez Dragó ha explicado que “la batalla de las ideas es mejor que batalla de la cultura y es evanescente y un cajón de sastre como libertad, democracia o fascista.” El escritor leyó unos textos de Gustavo Bueno padre incluidos en el libro El mito de la cultura.
“La cultura se entiende como opio del pueblo. Civilización en el mundo solo hay una, que es la civilizacón del asfalto, de la tecnología, no puede haber un choque de civilizaciones porque solo hay una y tampoco una alianza” y ha añadido que “la batalla de las ideas se da entre la identidad y la globalización”, y ha citado la descripción de un tuitero ante la pregunta que es el globalismo “consiste en humanizar a los animales, deshumanizar a los humanos, masculinizar a las mujeres, infantilizar a los adultos y al revés”.
“Quieren oponer la evidencia de la realidad, las cosas deben ser como ellos piensan no como son, esto nos lleva a la catástrofe”
Gustavo Bueno, por su parte, ha explicado que “hay que distinguir si estamos hablando de ideas o cultura. Si se pone en Google “batalla cultural” aparece un informe de Público en el que pone que la izquierda está preocupada porque la derecha está ganando la batalla cultural. Hay que distinguir entre cultura como formación y cultura como adoctrinamiento, esta última está vinculada a instituciones”.
Cultura se recoge como institución cuando por ejemplo se habla de la casa de la Cultura. “Cuando se habla de la batalla de las ideas, ahí de que se está hablando de ideología, de sistemas ideológicos políticos, culturales que envuelven toda la condonación que pretenden implantar”. Bueno comenzó ha hablar sobre la primera institución que incluyó cultura, fue en 1908, la llamada institución de Cultura, “entonces la cultura se convirtió en un rótulo ideológico asumido a las ideologías del enemigo que no estaban en esas vanguardias. La voluntad general es el entontecimiento de la población, crear semi analfabetos”.
El principal enemigo de la cultura es el globalismo, en el cosmopaletismo
Rafael Menéndez Valdés ha preguntado a ambos conferenciantes cómo se combate esta situación.
Sanchez Dragó ha señalado que “hombre es un ser bipolar, en la conciencia humana. Llega un momento que la fuerza que llevamos dentro nos obliga a luchar contra la fuerza de la globalización donde nos perdemos. Ante el espectáculo de la globalización, yo creo que estamos, no en el apocalipsis, sino en el post apocalipsis, la gente influida por la batalla de Armagedón, creen que es un telón que cae, esto no es así, es un proceso de la segunda ley de la termodinámica de la entropía algo que se pone en marcha en lo relativo a la humanidad, ya que el mundo esta en proceso de necrosis, desde los siglos V y VI antes de Cristo”.
“Ya ha habido varias tentativas de globalización, topaban con el sentido común, con el totalitarismo. La globalización era impensable porque no era viable antes, pero ahora es viable desde hace 20 o 30 años porque existe Internet. Esto hace posible que la globalización no fracase sino que triunfe”, ha explicado Sánchez Dragó.
Por su parte, Gustavo Bueno ha señalado que ”para poder hablar de globalización no podemos hacerlo en la antigüedad. Sí que había una voluntad hegemónica de imponer una religión o un imperio y empieza con la vuelta al mundo, la primera globalización se hizo de la mano de España cuando se pudo confirmar que el globo existía como tal”.
Por esto tenemos que tener claro que “hay que formarse, leer, internet se ha confabulado para que hoy día nadie tenga tiempo para leer y estudiar porque bastante tiene en contestar a los tweets de sus colegas. Hay que dejar eso, liberarse de ver a series y asumir responsabilidades” y se ha referido a los alumnos para recordarles que “su obligación es estudiar, formarse y leer, y con eso tendrás un mínimo para poder enfentarte a la basura que nos meten”.